Una Carta Anónima
“El Romanticismo es la escuela de arte conceptual. Trata no con las trivialidades aleatorias del día, sino con los problemas y valores eternos, fundamentales y universales de la existencia humana. No registra ni fotografía, sino que crea y proyecta”.1 Según Aristóteles, no se trata de las cosas como son, sino de las cosas, como podrían ser y deberían ser; el ideal, o el realismo románico enfatizan en temas que evocan y celebran momentos de felicidad, alegría y éxito, posibles para el Hombre en la Tierra.
La elaboración de la escultura fue creada por la artista Bobbie Carlyle, quien manifiesta que la escultura de Self-Made Man representa al hombre que se talla a sí mismo y a su futuro a partir de la piedra de la que emerge.
Para uno tallar su futuro, personalidad y su espíritu, se requieren valores bien cimentados. La escultura de Self-Made Man refleja valores tales como la razón, el propósito, la autoestima, además de sus tres virtudes correspondientes: La racionalidad, la productividad y el orgullo.
Para mí, el ¨Self-Made Man¨, el hombre hecho a sí mismo, triunfador por sus propios esfuerzos, te representa:
En primer lugar, por tu racionalidad, que es producto de la razón.
“La Racionalidad significa el reconocimiento y la aceptación de la razón como la única fuente de conocimiento, el único juez de valores y la única guía de acción. Significa el compromiso total de uno, con un estado de conciencia plena y consciente, con el mantenimiento de un enfoque mental completo en todos los problemas, en todas las elecciones, a toda hora. Significa un compromiso con la más completa percepción de la realidad dentro del poder de uno y con la constante y activa expansión de la percepción de uno, es decir, del conocimiento de uno. Significa un compromiso con la realidad de la propia existencia, es decir, con el principio de que todos los objetivos, valores y acciones de uno tienen lugar en la realidad y, por lo tanto, que uno nunca debe poner ningún valor o consideración por encima de su percepción de la realidad. Significa un compromiso con el principio de que todas las convicciones, valores, metas, deseos y acciones de cada uno deben basarse, derivarse, elegirse y validarse mediante un proceso de pensamiento, un proceso de pensamiento tan preciso y escrupuloso, dirigido por una aplicación de lógica implacablemente estricta, según lo permita la capacidad máxima de uno”.2
En segundo lugar, tu productividad, que es producto del propósito.
“El trabajo productivo es el camino para el logro ilimitado del hombre, y exige los más específicos atributos de su carácter: su habilidad creativa, su ambición, su autoafirmación, su dedicación al objetivo de rediseñar la Tierra en la imagen de sus valores. “Trabajo productivo” no significa realizar la forma desenfocada de los movimientos rutinarios de cualquier trabajo. Significa la búsqueda conscientemente elegida de una carrera productiva, en cualquier línea de esfuerzo racional, grande o modesto, en cualquier nivel de habilidad. No es el grado de habilidad de un hombre ni la escala de su trabajo lo que es éticamente relevante aquí, sino el máximo y más específico uso de su mente¨.3
Y, por último, tu orgullo que es producto de la autoestima.
“Orgullo es el reconocimiento del hecho que tú mismo eres tu mayor valor y que, como todos los valores del hombre, ese valor ha de ser ganado – que de todos los logros posibles frente a ti, el que hace todos los otros posible es la creación de tu propio carácter – que tu carácter, tus acciones, tus deseos, tus emociones son los productos de las premisas que mantienes en tu mente – que igual que el hombre debe producir los valores físicos que necesita para sustentar su vida, así también tiene que adquirir los valores de carácter que hacen que su vida valga la pena ser sustentada – que igual que el hombre es un ser de riqueza hecha por él mismo, así también él es un ser de alma hecha por él mismo – que vivir requiere un sentido de auto-valor, pero el hombre, que no tiene valores automáticos, no tiene un sentido automático de autoestima y debe ganárselo formando su alma a imagen de su ideal moral”.4
Tú eres el generador que ha mejorado su propia vida, siguiendo sus propios intereses racionales; y todo gracias a la calidad que produce tu mente, realizando tu trabajo con pasión, y ambición.
Seguramente verás reflejados en la escultura más de tus valores y virtudes, yo solo he mencionado los cardinales que veo encarnado en ti.
Espero que este regalo, te brinde mucha alegría e inspiración.
1 Ayn Rand. (1968). ¨Introduction to The Fountainhead”, The Objectivist (p. 1). New York city, USA: The Objectivist.
2 Ayn Rand. (1964). The Virtue of Selfishness: The Objectivist Ethics (p.25). New York, USA: New American Library.
3 Ayn Rand. (1964). The Virtue of Selfishness: The Objectivist Ethics (p.26). New York, USA: New American Library.
4 Ayn Rand. (1961). For the New Intellectual: Galt’s Speech (p.130). New York, USA: New American Library.
